Opinión

Cara a Cara

12 de mayo de 2024, 4:00 AM
12 de mayo de 2024, 4:00 AM

Israel Huaytari Martinez es potosino de nacimiento y pertenece al ala arcista del fracturado Movimiento Al Socialismo-IPSP. Era un desconocido en el ámbito de la política nacional cuando, de improviso, el 4 de noviembre de 2023, juró como presidente de la Cámara de Diputados en reemplazo de Jerges Mercado. Debe cumplir su periodo legislativo hasta noviembre de este año. Le corresponde el cuarto lugar de la sucesión presidencial en el Estado Plurinacional de Bolivia. Eventualmente, hasta puede llegar a asumir la jefatura del Estado. Nada más y nada menos.

 No obstante su meteórico ascenso en un desleznable terreno, los hados no han sido propicios con Huaytari cuya continuidad en Diputados ahora pende de un hilo. A raíz de una denuncia en su contra de la Unidad de Investigaciones Financieras por presuntas ganancias ilícitas y un incremento injustificado en su patrimonio, la Fiscalía dispuso congelar sus cuentas y anotar preventivamente sus bienes. Mientras, la oposición ha solicitado la renuncia de Huaytari para que sea investigado “sin privilegios.” El aludido ha proclamado su inocencia a los cuatro vientos y está dispuesto a someterse a un proceso investigativo.

Más temprano que tarde, ha sonado la hora mala para el titular de la Cámara Baja que, dicho sea de paso, hasta el momento ha cumplido una gestión catalogada como discreta, sin mayor trascendencia en el Órgano Legislativo. Con su imagen desportillada y su credibilidad en tela de juicio, la cabeza de Huaytari puede rodar en cualqu