La capital del estado brasileño de Rio Grande do Sul (sur) sufre las peores inundaciones de su historia, tras las lluvias torrenciales que dejaron decenas de muertos y desaparecidos y casi 130.000 desalojados en la región

6 de mayo de 2024, 16:56 PM
6 de mayo de 2024, 16:56 PM

"Hoy vi la muerte". A sus 74 años, Lorena Martins nunca había presenciado tamaña tragedia. Este lunes dejó su casa bajo el agua en Porto Alegre y lo perdió todo salvo "a la familia y a Dios".

Con alguna dificultad, ayudada por su yerno Elisandro Silva, Lorena baja de un bote de bomberos que lograron convencer a la familia de abandonar su hogar en una barriada popular de Porto Alegre.

La capital del estado brasileño de Rio Grande do Sul (sur) sufre las peores inundaciones de su historia, tras las lluvias torrenciales que dejaron decenas de muertos y desaparecidos y casi 130.000 desalojados en la región.

La embarcación de Lorena llega a una esquina inundada de la avenida Assis Brasil, en el barrio Sarandí, convertida en improvisado puerto de socorro. Botes a motor, lanchas, jetskis e incluso pequeñas barcas a remo llevan un frenético ir y venir tratando de que los vecinos que aún se niegan a dejar sus casas lo hagan.

El policía militar del cercano estado de Santa Catarina Dionis Bellettini llegó al lugar como voluntario en una de las embarcaciones.

Entre quienes aún se quedan en las viviendas inundadas por un agua rojiza e insalubre hay gente con "miedo a saqueos", explica a la AFP Bellettini, vestido de civil y con un salvavidas al cuello. Algunos moradores simplemente "no quieren ir a un refugio".

"No podemos obligarlos a salir", señaló.

Detrás, tres hombres intentan reparar el motor de una lancha. La necesitan urgentemente. Quedan muchas personas por rescatar, por convencer.

- Temor y osadía –